A 47 años de «La Noche de los Bastones Largos»
29 julio, 2013
A tan sólo un mes de haber asumido por la fuerza la presidencia del país, y tras la firma del decreto de intervención de las universidades nacionales, la dictadura de Juan Carlos Onganía ordenó a la Policía Federal irrumpir en las facultades de la UBA, que se encontraban ocupadas por docentes y alumnos en protesta por la supresión de la autonomía universitaria.
La noche del 29 de julio de 1966, en la Facultad de Ciencias Exactas en la Manzana de las Luces, la Guardia de Infantería policial, dirigida por el general Mario Fonseca, reprimió a garrotazos y con gases lacrimógenos a estudiantes, docentes y profesores extranjeros invitados. El saldo fue de 200 detenidos y una alta cifra de heridos.
A nivel material, las consecuencias alcanzaron a laboratorios y bibliotecas, que fueron destruidas, al igual que la adquisición más reciente y novedosa para la época: una computadora. Sin embargo, el efecto más nefasto y recordado de «La Noche de los Bastones Largos» fue lo que se conoció popularmente como «fuga de cerebros»: 1.378 docentes renunciaron o se fueron del país exiliados.
También se suprimieron los centros de estudiantes y se inició una intensa persecución hacia los militantes de izquierda en las facultades.